jueves, 6 de noviembre de 2008

Pulgones

Aphididae

Los afídidos o áfidos (Aphididae) constituyen una familia de insectos hemípteros encuadrada en el suborden Sternorrhyncha. Pequeños y de morfología poco variada, son universalmente conocidos como pulgones, pero no guardan ninguna relación con las pulgas, ni por parentesco ni por modo de vida, porque a diferencia de aquéllas, los pulgones son parásitos de plantas angiospermas.

Son pequeños (no más de pocos milímetros), de colores variados, sobre todo verdes, amarillos o negros, a veces con manchas o motas, más a menudo lisos. El cuerpo es ovoidal, sin distinción patente de sus tres regiones (cabeza, tórax y abdomen). Pueden ser, dentro de una misma especie, ápteros (sin alas) o alados. En este caso tienen dos pares de alas membranosas, relativamente pequeñas, siempre mucho más grandes las anteriores, transparentes, dotadas de un borde de ataque engrosado y generalmente marcado por un estigma o mancha, que colocan en posturas diversas, a menudo erectas, durante el reposo.

Biología y ecología

Al final del abdomen los áfidos presentan dos sifones o cornículos, pequeños apéndices erectos de posición dorsal que apuntan hacia atrás o hacia arriba, por los que vierten una secreción azucarada que les sirve para sobornar a las hormigas. Las hormigas protegen a muchas plantas de sus parásitos a cambio de néctar que reciben de nectarios extraflorales situados generalmente en las hojas. Los áfidos han desarrollado en la evolución una relación simbiótica con hormigas, que no sólo les toleran sobre las plantas, sino que les protegen de sus depredadores especializados, como las mariquitas o las crisomelas, a cambio de la secreción de sus sifones. También las abejas pueden recoger esa melaza, incorporándola a la composición de la miel.

Los áfidos suelen presentar alternancia de generaciones, sucediéndose a lo largo de la buena estación varias generaciones de hembras partenogenéticas (que se reproducen sin machos) ápteras (sin alas) que crecen rápidamente y multiplican el efectivo de la colonia. Cuando los recursos empiezan a escasear de los huevos salen hembras aladas dotadas de un instinto de migración; echan a volar y se dejan caer sobre las plantas (y también sobre las ropas amarillas o los cabellos rubios, lo que las hace molestas) expandiendo la población. Cuando se acerca el final de la buena estación, lo que sale de los huevos es una generación mixta, machos y hembras, de individuos fértiles alados que copulan para producir los huevos que han de sobrevivir al invierno.

Los áfidos tienen gran importancia ecológica y agronómica. Muchos constituyen plagas que comprometen el valor de los cultivos y de estos algunos son también vectores de virus que atacan a sus plantas hospedadoras.


Pulgón

Nombre científico: Aphis nerii
Nombre vulgar: Pulgón de la adelfa
Orden: Homópteros
Familia: Afídidos

Características:

- Peso:

- Longitud: 2 mm

- Longevidad: Menos de 1 año.

- Hábitat: Planta nutricia

- Distribución: Mundial

- Costumbres:

- Alimentación: Savia de las plantas

- Reproducción: Sexual y por partenogénesis.

- Depredadores: Mariquitas, crisopas y larvas de sírfidos o moscas cernidoras.

Más características del pulgón:

Sobre su aspecto físico:

Los pulgones son diminutos insectos de cuerpo blando provistos de finas y largas patas.

Cada especie de pulgón tiene una coloración típica: los pulgones de la adelfa tienen un color amarillo, pero, por poner algunos ejemplos, los pulgones del rosal son violáceos, los pulgones de las habas son negros y los del melocotonero son verdes.

Sobre su alimentación:

Los pulgones están provistos de un aparato bucal de tipo picador-chupador con el que succionan la savia de las plantas.

Sobre su reproducción:

Podemos diferenciar a los machos de las hembras porque las hembras de pulgón son más grandes y no tienen alas mientras que los machos son más pequeños y normalmente no tienen alas.

La reproducción tiene lugar en la misma planta de la que se alimentan (planta nutricia).

En la reproducción del pulgón existen dos tipos de reproducción, una reproducción de tipo sexual y una reproducción de tipo partenogenética en la que no hay unión de ambos sexos. Excepcionalmente, se pueden dar casos de pulgones que se reproducen exclusivamente de forma partenogenética.

Los pulgones tienen metamorfosis sencillas, por lo que el adulto se parece a sus crías (llamadas ninfas).

La reproducción en los pulgones se da en otoño y los huevos permanecen en hibernación hasta la primavera siguiente.

Sobre los lugares en los que vive:

El pulgón puede vivir en cualquier lugar siempre que haya la planta de la que se alimentan. Podemos encontrar pulgones en jardines, parques, huertos, terrazas, etc.

Podemos ver pulgones desde la primavera hasta el otoño. Los pulgones adultos alados vuelan durante el día.

Sobre los problemas que causa:

Los pulgones se consideran una plaga de las plantas y son muy perjudiciales porque pueden transmitir virus de las plantas mediante su picadura y porque son los responsables de que se desarrollen hongos (negrilla) sobre las plantas infectadas.

No es recomendable tocar las ramas de las plantas infectadas por pulgones porque estos insectos reaccionan a ello dejándose caer con lo que pueden infectar otras plantas.

La reproducción partenogénetica de los pulgones junto con su ciclo vital constituido por varias generaciones en un año hacen de estos insectos unos grandes colonizadores.


Características de los pulgones.

¿ Como controlar los pulgones con procedimientos naturales?

Entre las principales plagas tenemos los pulgones, los cuales se desarrollan especialmente con el aumento de la temperatura, a partir de la primavera. La calor y la sequedad favorecen su desarrollo. Ante los primeros indicios deberemos aplicar una serie de remedios para evitar que se desarrollen y sea más difícil eliminarlos.

Los pulgones son insectos que suelen tener entre 1 y 4 mm de longitud. Pueden ser verdes, amarillos o negros. Son insectos que se reproducen con mucha facilidad atacando prácticamente todas las plantas menos aquellas que contienen aceites esenciales que los repelen.

Los pulgones atacan fundamentalmente las hortensias y otras flores , como las fucsias, los hibiscos, las rosas, las adelfas o los tulipanes. Son responsables de elaborar una especie de melaza que convierte la planta afectada en algo pegajoso. Las hormigas, especialmente las hormigas negras del jardín ( Asus niger ), son las responsables de criar estos pulgones y alimentarse de ellos, succionando sus secreciones líquidas con un contenido muy elevado en azúcar con el cual pueden alimentarse. Además, en este líquido pegajoso se desarrolla la negrilla, un hongo que se alimenta de la planta y la debilita y , al cubrir las zonas verdes, impide que la planta realice la función clorofílica con normalidad.

¿Como evitar el desarrollo de los pulgones?

Dado que los pulgones se alimentan de las partes tiernas de las plantas, debemos procurar que nuestros vegetales no desarrollen brotes tiernos en exceso, lo cual suele ocurrir cuando los fertilizamos en demasía con abonos orgánicos de acción retardada. Fertilizar adecuadamente es una manera de evitar que estos insectos se propaguen demasiado.

El tiempo seco favorece el desarrollo de los pulgones. Regar las plantas adecuadamente puede frenar su avance, especialmente si aplicamos un buen rociado de las ramas y hojas con una cierta presión lo que, al mismo tiempo, puede ayudar a retirarlos de las plantas.

Controlar las hormigas y favorecer el desarrollo de insectos que destruyen los pulgones es una manera adecuada de prevenir la expansión de los mismos.

Los pulgones se esconden en las hojas, ramas, hierbas y otros posibles materiales del suelo del jardín. Limpiar bien el suelo, eliminando el material muerto y las hierbas facilitará su eliminación.

Ante las primeras infecciones de una plaga que se desarrolla con tanta facilidad, resulta absolutamente necesario tomar medidas rápidamente que incluyen el corte y eliminación de los brotes o las hojas afectadas y la aplicación de los remedios adecuados.

Plantar plantas culinarias o aromáticas intercaladas con las plantas que pueden atacar los pulgones ayudará a prevenir que estas últimas se infecten. Entre estas tenemos la salvia, romero, el ajo, la melisa y otras plantas o hierbas aromáticas como la menta o la albahaca.

Control químico de los pulgones

Los lugares donde suelen aparecer son las puntas de los tallos y las yemas, por lo que si, lo detectamos al principio, podemos despuntar estas partes afectadas y deshacernos del material contaminado. Es importante también aplicar un insecticida sistémico, es decir aquel tipo de insecticidas que son absorbidos por las plantas y los pulgones lo absorben al chupar su savia. La mayoría de ellos contiene un principio acaricida-insecticida sistémico llamado Dimetoato que muchas veces se combina con otros insecticidas y acaricidas sistémicos de contacto o ingestión como el Carbaril o el Triclorfon. Una vez aplicado sobre las zonas afectadas , si se puede, se debe separar la planta afectada del resto. Igualmente será muy importante controlar las hormigas para que estas no trasladen los pulgones del suelo u de otras plantas a los ejemplares sanos.

La nicotina puede obtenerse bajo permiso específico de agricultor para pulverizar las plantas afectadas. Es un potente veneno para los mamíferos y aves, e igualmente elimina a los pulgones y moscas blancas, aunque respeta a las mariquitas y a los sírfidos. Una solución no tan tóxica y también efectiva consiste en macerar hojas de tabaco, o tabaco para fumar en agua. Luego con el líquido resultante se fumigan las plantas afectadas.

Otro procedimiento químico menos agresivo para eliminar los pulgones es mediante aceite mineral. El aceite mineral se aplica abundantemente sobre la planta infectada y destruye a los pulgones al no dejar que respiren. A pesar de ser un procedimiento más ecológico que el anterior, no debe aplicarse en plantas que presenten poca salud o cuando las plantas se encuentren muy estresadas por el calor excesivo. El uso del aceite durante estos días podría perjudicarlas.

Entre los insecticidas naturales menos agresivos, aunque no biológicos, tenemos las piretrinas que se utilizan para controlar las plagas en las plantas, así como los parásitos en los animales y en el hombre. Las piretrinas se obtienen de la familia de los crisantemos. Respecto a los anteriores tienen la ventaja que se degradan con más facilidad y presentan más dificultad para contaminar las aguas, sin embargo, al igual que los insecticidas químicos tradicionales, afectan a la fauna beneficiosa y rompen el equilibrio natural.

También puede aplicarse jabón líquido casero , aunque este es menos efectivo y se suele combinar con otros insecticidas.

Control biológico de los pulgones

Productos químicos naturales obtenidos de las plantas: Otra posible manera de controlar a los pulgones es mediante productos químicos naturales.

Se pueden encontrar en el mercado jabones insecticidas especialmente preparados para la fumigación cuando se diluyen con agua. Tienen la ventaja de respetar las especies de insectos beneficiosos y son biodegradables.

Insectos que se comen a los pulgones: Una manera de controlar los pulgones es utilizar procedimientos biológicos como la utilización de otros insectos que se los comen. Son enemigos naturales de los pulgones las mariquitas, los sírfidos o moscas cernidoras , las mantis, las crísopas, las tijeretas, etc. La utilización exagerada de insecticidas químicos puede alterar esta fauna natural que se alimenta de las plagas y favorecer su desarrollo , por lo tanto hemos de ser muy prudentes en el uso de este tipo de insecticidas

Algunos insectos, como las mariquitas, se pueden comprar y dejarlas en nuestro huerto o jardín.

Entre los productos más efectivos y ecológicos para eliminar las plagas se encuentra el aceite de nim, obtenido del cinamomo o melia, un árbol procedente de la India y plantado como árbol ornamental en muchas avenidas y parques de las ciudades y cuyas bayas resultan tóxicas. El aceite extraído de esta planta contiene muchos flavonoides con propiedades insecticidas. A diferencia de los anteriores apenas actúa por contacto, sino solo por ingestión y no afecta a los mamíferos.

La utilización de líquidos obtenidos de plantas aromáticas o culinarias es una de las maneras de atajar estos enemigos. Así, por ejemplo, podemos realizar alguno de los tratamientos siguientes:

La ortiga (Urtica dioica) contiene rutina e hidroxitreptamina, dos principios con propiedades insecticidas naturales, pero, además, contiene tiamina y una serie de ácidos que son repelentes de insectos (Ácidos cafeico, clorogénico y linoleico) por lo que si utilizamos estos componentes podemos eliminar los insectos que perjudican las plantas o evitar que estos se acerquen. (Decocción de un puñado de ortiga seca por dos litros de agua durante 20 minutos. Introducir el líquido resultante en una botella con un spray y fumigar las plantas afectadas)

El ajo (Allium sativum) . Otro de las plantas mas reconocidas con propiedades insecticidas es el ajo. Sus principios sulfurados, entre ellos la allicina y el flavonoide rutina, le confieren esta propiedad. El ajo ha sido utilizado tradicionalmente para combatir las plagas desde la antigüedad cuando el hombre no conocía aún los insecticidas artificiales. El tratamiento con ajo era una manera natural de eliminar y controlar los insectos perjudiciales. Podemos utilizar este recurso en nuestro huerto o jardín como insecticida biológico. (Decocción de 4 cabezas de ajo por litro de agua. Introducir el líquido resultante en una botella con spray y rociar las plantas)



Galería de Fotos


No hay comentarios:

Disclaimer

"Las opiniones vertidas en este blog son de resposabilidad de quién las lee, ya que él y solo él podrá escuchar el sonido de su sombra en la pared, lo demás, son solo impulsos eléctricos"